Creo que todos somos conscientes de los importante que es tener buena vista. Todos nos haríamos una operación de miopía si fuese necesario para poder recuperar nuestra visión. Y es que, probablemente, la vista, es el sentido que más personas tienen el miedo de perder.

El ser humano tiene muchos sentidos con los que se comunica con el mundo exterior e incluso con su interior. Tenemos el tacto, el sentido más extenso del cuerpo. El que nos da conciencia de cómo son las superficies y los objetos, el que nos dice si hace calor o frío. Lógicamente vital y fundamental para sobrevivir.

También tenemos el oído, que nos da información del exterior, pero también de nuestro interior. Un sentido muy importante, pero del que sabemos por muchos casos, que podríamos vivir, más o menos bien, sin él.

Está el olfato y el gusto, que aunque son dos, en este caso, los puedo juntar ya que están muy relacionados. ¿Qué diferente sería nuestro mundo sin ellos?. Imagínate comer una riquísima paella y que no te sepa a nada, o oler una deliciosa flor y no apreciar sus fragancias.

Como vemos, todos son importantes para poder comunicarnos y vivir, pero la vista, nos da una visión de nuestro entorno y de nosotros mismos. Con ella podemos apreciar tantos matices que casi podemos oler, degustar, oír o sentir las texturas.

Y es curioso, como la sociedad cada vez esta más visual. Ya cada vez se lee menos y se mira más. Cada vez más, los textos están sustituyéndose por imágenes. Incluso vemos como en el aprendizaje de los más pequeños, les sustituyen palabras por logotipos o iconos, porque está demostrado que la vista, la representación del objeto, nos hace recordarlo mejor y asociarlo más rápido con la palabra que lo representa.

Seguramente es por esta importancia que tiene la vista, como sentido, para el ser humano, que a cualquier persona le cuesta tomar medidas si va perdiendo uno de los otros sentidos, como el olfato, el gusto, el tacto o incluso el oído, pero toma medidas rápidas si empieza a perder algo la vista.

Y más si sabemos que para corregir muchas de las afecciones visuales, hay soluciones muy satisfactorias. Hasta hace unas décadas, lo normal si tenias miopía era ponerte gafas, seguramente después vinieron las lentillas, pero en estos momentos tenemos ya las operaciones de miopía que pueden solucionar el problema rápidamente. Las hay de muchas maneras, y todo depende del tipo de miopía que tiene el paciente, pero en todos los casos los resultados son muy buenos. Puede ser una cirugía laser que en muy poco tiempo el paciente recupera mucha visión (las cirugías laser también las hay de muchos tipos diferentes, dependiendo de la patología del paciente), o una cirugía con lentes intraoculares donde se implanta al paciente una lente con su graduación exacta, y en pocas horas está recuperando y mejorando su visión.

Con estas nuevas tecnologías en la cirugía ocular, dependiendo de la edad de la persona que tiene el problema, se podría hasta corregir la presbicia.

El mundo ha mejorado mucho en los últimos años, y como no podía ser de otra manera, también lo ha hecho en el cuidado de nuestros ojos.